Aprender a aplaudir

No sabía que no sabía, sin embargo no sabía aplaudir. Hace unos días aprendí. Resultó que no era sólo juntar las manos con las palmas abiertas, sino que hay cierta técnica al respecto. Nunca nadie me la había enseñado.
Ocurrió cuando escuché una canción con ritmo pegadizo. Mi sentido musical me llevó a marcar ese ritmo con distintos golpes que involucraban a diferentes partes del cuerpo. Golpeaba el suelo con los pies, la mesa que tenía cerca con algún dedo, y también las manos entre sí, configurando un aplauso.
Estuve un rato aplaudiendo con ese ritmo, y me dí cuenta de algo que nunca había percibido. Si daba cierta forma cóncava (o convexa, no sé) a las manos, de modo de permitir que se juntara un poco de aire entre las palmas, se producía un sonido más grave que si las dejaba libradas a su suerte. Esto sólo se producía si chocaba mis manos en forma perpendicular una de otra. De modo que el pulgar de la mano derecha quede paralelo y exactamente al lado del índice de la izquierda.
Desde muy chico me había parecido que mis aplausos eran más agudos que los de los demás. Lo atribuía al hecho de que era chico, y así como mi voz era más aguda que la de los adultos, mi aplauso no tenía por qué no verse afectado por el mismo principio. Más tarde, ya grande, seguí notando la diferencia y sospeché que algo pasaba, pero no le dí importancia.
No es que siempre tuviera un aplauso agudo. A veces me salía el grave, lo que no sabía era controlarlo. Salía como salía, y no era algo sobre lo que yo tuviera una sensibilidad particular. Tampoco nunca nadie me había dicho nada al respecto. Tal vez en la escuela deberían haberme enseñado la técnica, pero no lo hicieron. Me dejaron egresar sin saber aplaudir correctamente.
Sospecho que mucha gente tiene el mismo problema que tenía yo hasta hace unos días. Aplauden de cualquier manera, con los dedos abiertos, con poca firmeza en las manos, o haciendo coincidir todos los dedos como una foca. Después van al teatro y no se nota, o piensan que no se nota, pero quién sabe, tal vez una platea de gente que sabe aplaudir sonaría mucho mejor que una llena de improvisados.