Balance de audio

Prefiero el mono al estéreo. Nunca entendí por qué es necesario dividir el sonido de una grabación en dos. Está bien que se pueden diferenciar mejor los instrumentos, pero eso no tiene por qué ser necesario. Una canción es una canción. No se pintan dos cuadros por cada obra porque hay dos ojos, ni se compra un libro para el ojo izquierdo y otro para el derecho. Todas las páginas se leen con ambos.
Pero en el caso de la música, cada oído escucha algo diferente que después es combinado en el cerebro. OK, en principio no está mal. Es un sistema que tiene algunas desventajas. Por ejemplo, en el caso de que uno de los parlantes o auriculares no funcione bien, se pierde la mitad del sonido. En una grabación mono, ese problema no existe.
También es cierto que la técnica para mezclar las pistas es distinta en estéreo. Hacen falta ciertas destrezas que para el mono no son necesarias. Hoy es común mezclar en estéreo, pero en los comienzos de ese sistema no era así. Había mezclas distintas para mono y estéreo. Discos como Sgt. Pepper, por ejemplo, son distintos en mono y estéreo porque ambas mezclas fueron realizadas por distintas personas. Durante muchos años, la visión moderna de tener una mezcla estéreo en el mercado impidió que estuviera disponible la versión mono, para muchos superior, sólo por una pretendida obsolescencia de la cantidad de canales.
Pero mi antipatía por el estéreo tiene una causa más personal. Una vez estaba escuchando una grabación estéreo con auriculares mientras leía. Estaba sentado en una silla. La persona que hizo la mezcla tenía tan poco criterio que colocó los instrumentos más sonoros del lado izquierdo. De este modo se produjo un desbalance de audio que instintivamente traté corregir moviendo mi cabeza hacia la derecha, debido a que tengo cierta necesidad de simetría. Era tanta la diferencia que me pasé con la corrección, me tiré demasiado hacia la derecha y me caí con libro y todo. Me dí un fuerte golpe en la cabeza, que encima fue en un solo lado y tuve que aguantar la asimetría para no darme un golpe similar del otro.
Si hubiera escuchado la mezcla mono, no me caía.