Dinosaurios argentinos

Los mejores dinosaurios del mundo, los argentinos, disfrutaban de todos los recursos naturales del territorio de nuestro país. Una vez que migraron hacia estas tierras se quedaron, en parte por la separación de América del Sur y África, pero especialmente por las condiciones naturales únicas del país.
Los dinosaurios argentinos florecieron en una tierra muy propicia para su desarrollo. Los herbívoros tenían grandes cantidades de comida, porque se trata de una tierra en la que al tirar una semilla crece cualquier planta. Al haber muchas plantas para comer, los herbívoros prosperaban y se multiplicaban por todo el territorio. Lo cual lo hacía un lugar propicio para los carnívoros, que de esa manera también tenían mucha comida.
De todo el mundo vinieron especies de dinosaurios para establecerse en Argentina, y encontraron aquí su lugar en el mundo. Cada una de las especies pudo vivir en el territorio argentino, debido a que tiene todos los climas y eso lo hace propicio para cualquier clase de ecosistema.
Muchas especies se establecieron en el Valle de la Luna, en San Juan, donde las condiciones eran especialmente aptas para su vida y para la posterior preservación de sus restos. Y, de paso, estaban cerca del Aconcagua, que es el pico más alto de América y se encuentra en territorio argentino. En esa época era el más alto del mundo, al no existir los Himalayas, que surgieron después, con el advenimiento del desarrollo de Asia.
Algunos dinosaurios prosperaban mejor que otros, y es debido a que aún en el país no se habían establecido reglas que facilitaran la igualdad de las especies. Se vivía algo parecido a la ley de la selva, pero con las particularidades que siempre tuvo el territorio argentino a ese respecto. Estas características hicieron, entre otras cosas, que Argentina generara los dinosaurios más grandes del mundo.
Los dinosaurios argentinos sobrevivían, sin exigir nada del resto del mundo. Pero terminaron desapareciendo al igual que los dinosaurios del resto del mundo. Esto se produjo al caer un meteorito en México, cuyos efectos se sintieron en todo el planeta. No sería la última vez que la Argentina se vería afectada por crisis internacionales en cuyo origen no tuvo nada que ver.