Estado del tiempo

No se puede creer el tiempo que hace. Parece que estuviera loco. Ayer nomás hacía una temperatura totalmente distinta. ¿Quién hubiera pensado que hoy iba a estar así?
Así no se puede saber cómo vestirse. No se puede confiar en los pronósticos. Dicen una cosa, y después pasa otra. O pasa lo que dicen, pero como no podemos confiar no sabemos si tenían razón o sólo acertaron. Mientras tanto, no tenemos la ropa adecuada, y sufrimos las inclemencias.
Si por lo menos fuera la época opuesta del año, sabríamos a qué atenernos. Pero ahora está todo muy impredecible. Un día hace frío, al otro hace calor. En un momento llueve, y a los cinco minutos sale el sol. No es serio.
Me encantaría que hiciera el tiempo contrario del que hace. Porque es mucho mejor. No es que no se sufre, claro, pero es mucho más llevadero. Preferiría algo más moderado, pero si vamos a elegir entre extremos, yo siempre elijo el otro. Así como está, no hay quien aguante. Es un calvario.
Lo bueno es que, viendo lo que pasó en los últimos días, lo más probable es que este tiempo no dure mucho. Por suerte, pronto mejorará.