La verdad de la cucaracha

La cucaracha emergió con el sol. Iluminada por los misteriosos rayos, caminó sin saber el rumbo. Era un mundo nuevo. Un mundo brillante y peligroso. La cucaracha lo recorrió estupefacta. Nunca había visto tanta actividad a su alrededor. Tampoco había visto tanto.
Tenía que tener cuidado. Si era vista, corría serio riesgo de ser aplastada por un objeto contundente y fatal. Pero tenía la ventaja de que nadie esperaba su presencia, entonces lograba pasar desapercibida. Podía, entonces, recorrer sin dificultades cualquier terreno que encontrara.
El sol no sólo lo iluminaba, también le daba calor. Habitualmente para encontrarlo tenía que excavar varios centímetros bajo la tierra. Ahora tenía la fuente directa. Descubrió que su cuerpo estaba preparado para absorber la radiación solar, sin necesidad de protegerse de ningún modo. La única razón por la que no lo hacía habitualmente eran los peligros del día, que por ahora no eran tales.
A pesar de que había bastante comida en el mundo diurno, la cucaracha decidió que lo que más valía aprovechar era el sol. Entonces decidió tirarse a tomar sol. Buscó un rincón tranquilo, libre de tránsito del que tuviera que correrse, y se dejó estar.
La cucaracha se relajó. Un rato después, se dio vuelta para que la parte inferior de su cuerpo también disfrutara de los rayos. Se puso patas para arriba y se dejó dormir, tan relajada estaba. Se durmió varias horas, y sin que se diera cuenta el día se acabó.
Se hizo de noche, y la gente otra vez estuvo atenta al posible surgimiento de las cucarachas. Una persona la encontró tirada patas arriba en el rincón antes soleado, y pensó que estaba muerta. No se le ocurrió que podría estar durmiendo. Entonces la barrió, la recogió con una pala y la tiró a la basura.
El golpe despertó a la cucaracha. El tacho rápidamente fue cerrado, por lo que no vio nada, pero no pudo creer lo que olía. La rodeaba un aroma muy potente a basura. La cucaracha nunca supo cómo llegó ahí, pero esa noche, energizada por el sol, se hizo un enorme festín.