Todos para el mismo lado

Está bien que somos todos individuos distintos, pero no vamos a llegar a nada si no vamos todos para el mismo lado. Es necesario que la humanidad tenga una sola dirección, no siete mil millones de direcciones distintas. Tenemos que estar todos juntos, sabiendo qué es lo que nos conviene y actuando en consecuencia, para poder, en el futuro y en el presente, vivir mejor.
Los desacuerdos son inevitables, por eso es necesario un liderazgo que nos lleve, que nos convenza de lo que tenemos que hacer. No hay que forzar a nadie, eso está claro. El liderazgo tiene que ser tan bueno que todas las personas decidan espontáneamente seguirlo. Así podremos estar unidos, de una vez por todas.
Claro que es difícil. Pero podemos. Tenemos que mirar la naturaleza. Los animales no hacen grandes debates. Migran en masa, todos juntos, recorren continentes enteros, cruzan mares. Llegan juntos a su destino, y mientras tanto van resolviendo los conflictos individuales, sin perder por eso la dirección general.
Tenemos que seguir el ejemplo de los lemmings. Ellos van todos para el mismo lado, con gran entusiasmo. No les importa el precipicio que viene adelante. Saben que para el bienestar de todos es necesario ir ahí. Entonces, cuando se produce el momento, todos corren hacia donde van todos los demás. Algunos llegan antes que otros. Y después su sociedad queda más saludable.