Descripción del cuarto

Rayos catódicos ondean sobre la pared. La cama oscila entre el violeta, el negro y el rojo. Se trata de una cama doble con tres almohadas. Una cuarta se divisa en diagonal, a punto de caer al suelo. La súbita luz blanca revela un empapelado corrugado azul con motivos florales. La cama domina el espacio. Llegar a ella requiere precisas maniobras para esquivar la cómoda, el placard y las paredes. Del lado que da a la calle, la puerta que lleva al balcón está cerrada. La cortina amarilla con blockout también. Si la puerta estuviera abierta, la cama quedaría inaccesible desde ese lado.
El placard esconde una puerta que da al baño. Se trata de una puerta falsa. Del otro lado, en el baño, hay una estantería. Para entrar y salir es preciso usar la puerta principal. Está pintada de blanco y posee vidrio esmerilado azul. Un panel tiene un agujero que está tapado con cinta de enmascarar cuyo valor práctico es inversamente proporcional al estético.
La cama, muy grande, tiene una estructura de bronce con barrotes que indica la cabecera. El barrote del medio no está. Las mesas de luz, de madera, tienen cada una un cajón grande cerrado, un espacio libre con aros, remedios, pomadas, monedas, llaveros, tickets y otros elementos de uso cotidiano. Sobre ese espacio se esconde un panel desplegable, que al ser retirado se convierte en una mesita para desayunar.
El cubrecama ocupa el espacio del suelo entre la cama y la cómoda, donde hay un televisor Grundig de 21 pulgadas encendido. El control remoto yace entre las sábanas arrugadas que dejan entrever los últimos movimientos de los ocupantes de la cama.
Sobre la cómoda hay un alhajero cerrado. Es dorado y tiene una manija negra, pero la tapa está pensada para permanecer sin ser abierta. Las mesas de luz acogen lámparas simétricas, pero una se enciende desde el cable y la otra desde el espacio en el cuerpo de la lámpara originalmente destinado a tal fin.
En la pared hay dos cuadras de marco dorado, colocados sobre el espacio que cada ocupante de la cama ocuparía normalmente durante el sueño. Del techo alto cuelga una araña que tiene cuatro focos de 60 watts, uno de los cuales no está encendido, a pesar de que la llave blanca, que está a la derecha de la puerta principal, detrás del placard, debería encender a todos.
Las sábanas blancas arrugadas dejan ver una enorme mancha roja.