El arte del quemado

La nueva sensación en las playas brasileñas es el arte del bronceado. Mediante una novedosa técnica, los artistas cubren el cuerpo entero con complejos motivos de duración limitada.
El interesado debe presentarse a la mañana en las carpas instaladas en la playa. Allí, los artistas cuentan con una paleta de protectores solares de distintas gradaciones. Luego procede a pintar con ellos sobre el cuerpo, construyendo imágenes de distintos tonos, acorde al factor de protección de cada crema.
Las imágenes no se ven inmediatamente. El turista sale de la carpa tal como entró, pero a medida que va tomando sol la imagen se empieza a ver. Mientras más sol se reciba, más vívida quedará. Ni los artistas ni el Estado brasileño se hacen responsables por las posibles consecuencias dermatológicas de hacerse el dibujo.
El método permite gran precisión de imágenes, y resulta sorprendente la técnica que han alcanzado los artistas, sobre todo si se tiene en cuenta que trabajan a ciegas y aplicando protector de mayor potencia donde se quiere un tono más suave. Es como pintar con tinta invisible, pero en negativo.
Gracias a esta innovación, los turistas que vuelven de Brasil ostentan, junto a las tradicionales trenzas, diseños únicos y efímeros en todo su cuerpo.