El peligro de Holanda

Holanda es un país muy delicado. Al estar erigido en tierras más bajas que el nivel del mar, siempre tienen el peligro de las inundaciones. Por ese motivo, han construido una serie de diques, que sirve de contención para cuando hay más agua que la normal. Los diques tienen una capacidad limitada: si el agua llega a estar más alta que ellos, desbordará y el país sufrirá una catastrófica inundación. En ese caso, los diques serán un impedimento para el drenaje.

Es por eso que el sistema de diques tiene que estar muy bien pensado. Son indispensables, pero son muy caros. Requieren, además, constante mantenimiento. Cualquier agujero que se produce deja entrar el agua, y por eso los holandeses han formado equipos de vigilancia que revisan los diques regularmente para evitar catástrofes.

También la cultura se ha formado a partir de este peligro. Cuando una persona ve que un dique tiene un agujero, inmediatamente llama a las autoridades. A veces es necesario que se quede para contener el agua. Esto lo hacen niños y adultos, que usan sus dedos de acuerdo al tamaño del tapón necesario. Es un pueblo muy paciente, capaz de esperar el tiempo que sea preciso hasta que llegan los técnicos correspondientes a realizar las reparaciones. De otra manera, no habrían sobrevivido.

No todos los agujeros se pueden arreglar a tiempo. Es menester prevenirlos todo lo posible, para que su vida no esté en función de los diques, y al mismo tiempo se pueda desarrollar con cierta seguridad. En las cercanías de los diques, tratan de controlar las vibraciones. Evitan hacer desfiles cerca de ellos, para que el ritmo de la marcha no genere armónicos destructivos. Pisan con cuidado, porque un ruido o temblor excesivo pueden ser ruinosos.

Estos aspectos se han transformado en acervos culturales, sin importar dónde se encuentren. Los holandeses temen a las inundaciones aun si están en lugares altos, porque se han criado con esa noción. Y siempre, aunque no sea necesario, tienen cuidado. Por eso, en muchos países, cuando hay eventos populares en los que la gente se emociona, lo más probable es que el que no salta sea un holandés.