Ella mira

Ella te mira, y parece que te estuviera mirando el alma. Pone cara de comprensión. Ella ve más allá de los demás. Ve en vos algo que no sabés si tenés. Parece que es la primera persona que al mirarte te ve.
Ella te mira, y no te dice nada. Sólo tiene una expresión oblicua. No sabés si te está mirando a los ojos o si puede ver más allá. Parece que te está mirando la parte de atrás del cráneo. Esa parte que nunca nadie miró, y ella sí, porque ella la puede ver.
¿Tendré algo? Te preguntás cuando te mira. Ella parece segura. ¿Lo verá en todos? Pero te está mirando a vos, no a todos. Entonces te sentís bien.
Como ella te mira así, vos también la mirás. Tratás de que no se dé cuenta. Intentás ver en ella eso que pensás que ella ve en vos. O algo parecido. Pero tus ojos no son capaces de ver más allá. La luz rebota en su cara, y ves sus ojos, su pelo, su boca que te habla.
Te está hablando, y estás tan concentrado en mirarla que no te das cuenta de lo que te dice. Le pedís que lo repita. Ella no lo considera necesario. Ella se comunica de otra forma. Ella comprende con su mirada, y por eso te entiende. Sentís que nadie te había entendido así.
Sentís también que te gustaría entender a alguien así. Y te das cuenta de que no pasa. No estás a la altura. No te queda otra que poner una excusa y alejarte. Ella quiere lo contrario, pero no hace nada para que te quedes. Ella sabe lo que te pasa. Ella te entiende.