Es un fósforo

Sí, es un fósforo. Y está listo para largar su chispa de calor.
Se enciende mediante el contacto. Pero no cualquier contacto. Necesita el adecuado. No se enciende con cualquier cosa. Es menester tratarlo bien. Arrastrarlo contra la superficie una o más veces, hasta que la chispa se hace presente en forma abrupta.
La chispa, una vez que enciende, es imparable. Toma todo. Quema lo que haya cerca, y enciende lo inflamable. La llama arranca pequeña, pero muy rápidamente alcanza un tamaño considerable.
Pero la misma llama lo va consumiendo. El calor destruye la estructura, hasta que ya no se sostiene más. La llama es breve e intensa. Una vez que cumple su ciclo, sólo quedan vestigios. Leves brasas iluminadas durante unos momentos, y una base que recuerda la etapa prístina, que nunca volverá.