Doble personalidad

El Dr. Adalberto G. Giustozzi tenía doble personalidad. Su personalidad sobrante era el profesor Patricio A. Andrizzi. A su vez, Patricio Andrizzi tenía doble personalidad. Por un lado era Patricio Andrizzi, pero paralelamente era el benemérito Ignacio S. Piazzi. Piazzi sufría también del mismo trastorno, y por las noches se convertía en el señor Alfredo H. Miezzi. El señor Miezzi no tenía doble personalidad pero sí tenía un amigo invisible que se llamaba Alejandro T. Rozzi.
En una ocasión Giustozzi estaba siendo Andrizzi, quien estaba siendo Piazzi, que era Miezzi. Estaba manteniendo una animada conversación con Alejandro Rozzi, cuando éste notó que su amigo hablaba de forma extraña, y decía cosas que no eran compatibles con las que venía pronunciando. Rozzi sospechó y preguntó a su interlocutor cómo se llamaba. Miezzi le respondió que estaba loco si no sabía que hablaba con el honorable Gabriel J. Pirezzi.
Al día siguiente Miezzi volvió en sí y su amigo le contó lo ocurrido. Miezzi fue entonces a consultar al doctor Giustozzi, quien le diagnosticó doble personalidad. Giustozzi le comentó que era un trastorno muy común. Giustozzi recomendó un tratamiento y Miezzi tenía ganas de hacerlo, pero fue saboteado por Pirezzi.
Pirezzi se sentía rechazado por la actitud de su copersonalidad, y contrajo problemas mentales. Más exactamente, contrajo doble personalidad. Así le informó el eminente psiquiatra Gregorio P. Irezzi, quien era la personalidad que acababa de adquirir. Pirezzi recordó el rechazo que había sufrido, se decidió a hacer sentir bienvenido al nuevo habitante de su persona y le donó una parte del oxígeno que usaba su sector del cerebro.
Embobado por la abundancia de oxígeno, el doctor Irezzi se desdobló y contrajo la personalidad de Marta B. Marquezzi. Al verla el doctor Irezzi se enamoró perdidamente y lo mismo hicieron, respectivamente, Pirezzi, Miezzi, Piazzi, Andrizzi y Giustozzi.
La situación produjo celos entre todas las personalidades, y muchos conflictos internos al doctor Giustozzi, portador global de todas ellas. Giustozzi no se sentía bien.
Cada uno de los señores quería quedar bien con Marta Marquezzi. Con ese objetivo todos se vestían bien y se ponían perfume. En consecuencia, el doctor Giustozzi andaba con un muchos olores al mismo tiempo, y la combinación de aromas le resultaba muy difícil de explicar a los demás.
De repente, en una escena de celos, Miezzi asesinó a Pirezzi y se quedó con sus subpersonalidades. De este modo, quedó un nivel más cerca de la Marquezzi. También quedó más cerca su amigo invisible Rozzi, quien aprovechó para seducirla y lo consiguió.
Invadidos por el dolor de la pérdida de Pirezzi; Giustozzi, Andrizzi, Piazzi, Miezzi e Irezzi pactaron una tregua, reconocieron como ganador de su conflicto a Rozzi y saludaron a la pareja recién formada.
Nueve meses después Marta Marquezzi, a través, sucesivamente, de Irezzi, Miezzi, Piazzi, Andrizzi y Giustozzi, daba a luz a un hijo de Rozzi. El doctor Giustozzi se vio en figurillas para explicar cómo había podido dar a luz a este niño, que, en honor al difunto Pirezzi, fue bautizado Gabriel.