Ya tenemos confianza

Bueno, amigo lector, me cansé de tratarlo de usted. A partir de ahora voy a tratarte de otra manera. Para mí ya no serás usted, ahora sos vos. No sé si me dejás. Pero no me importa. Vos estás leyendo lo que escribo, quiere decir que un poco me conocés o me querés conocer. Podemos empezar a entrar en confianza.
Espero que no te enojes, lector. Ahora que lo veo así, no sé si queda bien llamarte lector. Es lo que sos, está claro, pero puede que sea demasiado formal. Necesito un sobrenombre para vos, para que veas que ya estamos en confianza. A partir de ahora, pasarás a ser lecti.
¿Y cómo me podés decir a mí, lecti? Autor es igual de formal que lector. Auti es medio feo, yo diría. Podrías usar el nombre que viene en la tapa del libro, pero no está tan bueno. Porque el autor puede ser esa persona, sí, pero eso no significa que el que se llama así sea en todos los sentidos el que escribe esto.
No sé, la verdad. Me parece que lo voy a dejar a tu criterio. Cuando sepas cómo me vas a decir, mandame un mail a la dirección que figura en la página de legales. Y así podremos entrar en confianza ya no sólo como autor y lector, sino como personas.
Espero tu mensaje.