El peor cómico del mundo

El peor cómico del mundo anuncia que nos va a alegrar la vida.
El peor cómico del mundo cree que todo lo que piensa es graciosísimo.
El peor cómico del mundo se lanza a la improvisación.
El peor cómico del mundo actúa ante públicos que no tienen escapatoria.
El peor cómico del mundo quiere que el público participe.
El peor cómico del mundo insiste en que los que no participan lo hagan.
El peor cómico del mundo distorsiona su voz frecuentemente.
El peor cómico del mundo cita frases que están de moda.
El peor cómico del mundo explica de dónde sacó sus citas.
El peor cómico del mundo exagera la exageración.
El peor cómico del mundo cree que es un showman muy hábil.
El peor cómico del mundo hace chistes con doble sentido, y uno de esos sentidos es siempre el mismo.
El peor cómico del mundo se ríe de sus chistes.
El peor cómico del mundo cree que es tierno vestirse de payaso.
El peor cómico del mundo quiere que todos canten.
El peor cómico del mundo ama los ruidos raros.
El peor cómico del mundo trata a chicos y grandes por igual: como infradotados.
El peor cómico del mundo retrabaja el material de cómicos de segundo orden.
El peor cómico del mundo tiene mucha energía y siempre tiene más para dar.
El peor cómico del mundo hace los chistes que los demás eligen no hacer.
El peor cómico del mundo piensa que es un componente necesario de la sociedad.
El peor cómico del mundo piensa que el Destino lo puso donde está.
El peor cómico del mundo cree que el público está contento con su presencia.
El peor cómico del mundo no espera los aplausos: los pide.
El peor cómico del mundo es aplaudido por multitudes.