Ladrón de pianos

Una de las modalidades delictivas más difíciles es la de ladrón de pianos. No cualquiera lo puede hacer. Se requiere mucha capacidad y experiencia. Se recomienda especializarse en otros instrumentos de cuerda antes de pasar a los pianos. Guitarras, contrabajos, claves son buenos pasos intermedios.
El profesional deberá introducirse en la casa donde se encuentre el piano a sustraer sin despertar ninguna sospecha de su presencia. El siguiente paso, generalmente el más fácil, es encontrar el piano. Es difícil confundirlo. Una vez localizado, no hay que engañarse por la presencia de ruedas: será muy difícil sacarlo de la vivienda.
Se debe trasladar el piano sin hacer ruido hasta una salida. Luego se lo debe hacer pasar por la puerta. Existen maneras de hacerlo, a menos que la casa haya sido construida alrededor del piano, de alguna forma entró. Es posible que sea necesario atravesar una puerta en forma vertical. Para eso conviene tener cerradas todas las tapas, porque es fácil en ese caso que se active alguna tecla.
De paso, si se cierran las tapas, es bueno llevarse también las llaves que sean pertinentes, de otro modo será difícil abrir el piano una vez en lugar seguro.
Si el instrumento está en un piso alto, hará falta una grúa o un sistema de poleas para llevarlo hasta la calle. En ese caso, no alcanzará con una persona, será preciso contar con al menos un ayudante que opere la maquinaria. Durante el proceso de traslado del piano es imperativo tener cuidado, asegurarlo muy bien, porque existe el riesgo de que se caiga sobre la vereda y lastime a alguien.
Una vez en la vereda, es cuestión de llevar el piano hasta el escondite. Si no se cuenta con un vehículo apropiado, se lo puede trasladar caminando, aprovechando las bajadas para sillas de ruedas que hay en las esquinas. Es conveniente tener una actitud disimulada, no llamar la atención, para que los transeúntes no se den cuenta de que uno está trasladando un piano robado.