Mate de Coca

El fracaso de la Nativa obligó a Coca-Cola de Argentina a replantear su estrategia. Los sabores planeados, “mate cocido” y “té con leche”, fueron suprimidos antes de salir a la venta. La línea que estaba en el mercado fue eliminada discretamente, y desde la empresa no se volvió a hablar del producto.
Sin embargo, dentro de la compañía había quedado la sensación de que mezclar las bebidas gaseosas con el mate podía ser un éxito. Algunos ejecutivos no se dieron por vencidos, se decidieron a buscar la manera de encontrar la fórmula perfecta. Después de todo, en Coca-Cola siempre hubo una gran tradición de primero encontrar la fórmula y después saber venderla.
Pensaron que, si convertir el mate en gaseosa no resultaba, era posible probar la inversa: convertir la gaseosa en mate. ¿Cómo se podía lograr? Era necesario cambiar la concepción. Crear una nueva modalidad para tomar Coca-Cola.
La manera de hacerlo era simple. La Coca-Cola es una bebida de extractos vegetales. Era cuestión de vender, en lugar de la bebida, esos extractos adentro de un paquete.
Lo difícil fue lograr envasar el gas. En este punto nadie quería negociar: la Coca-Cola sin gas no es tal. Se resolvió procesando los vegetales: a cada pequeño fragmento de hierbas se le inyectaba una burbuja de dióxido de carbono. De paso, esto permitía saber si la mezcla estaba fresca: un medidor podía determinar si el dióxido había sido convertido en oxígeno, y en ese caso habría que cambiar el paquete.
Iba a ser preciso abandonar la costumbre de tomar la Coca-Cola bien helada. Ahora la onda era tomarla bien caliente. Aparecieron oportunidades de negocios. Pavas y termos rojos, marca Coca-Cola, pensados para mantener el agua a la temperatura justa. Bombillas con estética 1880. Mates de vidrio coleccionables. Sabores opcionales para espolvorear, para que cada persona tomara el mate de Coca a su gusto. Una versión amarga, sin azúcar ni edulcorantes, para quienes gustaban del mate sin aderezos.
La nueva línea de mate de Coca fue lanzada con toda la pompa. El público al principio se mostró algo escéptico, pero con el correr de los días el boca a boca favoreció la compra del nuevo producto para probar. Y los que probaban encontraban algo doblemente familiar. Estaban disfrutando de una costumbre cultural de tiempos inmemoriales, que tenía un sabor al mismo tiempo novedoso y conocido.
El mate de Coca fue un éxito de ventas, que pronto se esparció por los países limítrofes. En Uruguay fue recibido con algarabía. En Paraguay tomaban lo que se llamaba Coca-Cola-tereré. En Perú hubo doble lanzamiento: mate de Coca-Cola, y mate amarillo de Inca-Kola.
El éxito de ventas en Sudamérica fue la antesala para que el mate de Coca fuera lanzado en el resto del mundo. La Coca-Cola Company preparó una campaña con el objetivo de difundir esta tradición remota. Se basó en el concepto de comunidad, en compartir una Coca en ronda de amigos, tomando todos de la misma bombilla. Hubo especial énfasis en disuadir a los distintos pueblos de la idea de que compartir la bebida era perjudicial para la salud. A la temperatura justa, ningún germen podía sobrevivir.
La compañía consiguió imponer el mate de Coca en muchas partes del mundo. Fue tal el éxito, que muchas personas quisieron conocer la bebida que había dado origen a esta forma novedosa de beber. Cuando se dio la demanda, la compañía no tuvo ningún problema en acceder a ella. Y en todo el mundo estuvo a la venta, además del mate de Coca, la yerba mate. Un producto de la Coca-Cola Company.