No me hacen nada

Se ve que soy demasiado intrascendente. No constituyo un peligro del que valga la pena ocuparse. Me hacen sentir pequeño, insignificante. No se me presta atención y me dejan en libertad.
Para el sistema, aparentemente, no existo. No se gasta en oprimirme. Me deja ser, porque no se ve amenazado por mí. ¿Por qué? ¿Qué hice? ¿Qué no hice? Parece que no tengo ideas peligrosas, ni interfiero con nada que les importe a los que tienen el poder, ni siquiera los ofendí de alguna manera.
El establishment parece que tiene mejores cosas que hacer que ocuparse de impedir mi desarrollo. La indiferencia es el peor de los desprecios. Por lo menos, si estuvieran en mi contra, podría sentir que lo que hago es relevante para alguien.
Pero no hay una campaña en mi contra, ni me siguen por la calle, ni me pinchan el teléfono, ni hay una red de espionaje dedicada a estudiar mis movimientos. No. Simplemente me dejan ser, sin interferir en mis días. Me permiten tener una vida exitosa y plena, me dejan ser feliz y no les importa. Eso me hace sentir mal.
Pero, ahora que lo pienso, tal vez no es como creo. Es posible que conozcan mi característica perspicacia y tomen precauciones extremas para que no me dé cuenta de que me tienen vigilado. Sí, tiene sentido. No es que yo no sea una amenaza para el sistema, es que me manejan con sutileza, sin que me dé cuenta. Y mi vida exitosa es su manera de distraerme. No tienen vergüenza.
No sé cómo no lo pensé antes. Ahora todo tiene sentido, no podía ser que el sistema no me oprimiera. Por suerte, ahora que deduje lo que pasa estoy más tranquilo.
Por fin me siento incluido.