Paralelepípedos

Un paralelepípedo se acercaba a otro paralelepípedo. Al juntarse, se unieron, y al unirse, se desparalelepipedaron. Quedó una masa amorfa donde antes había dos paralelepípedos.
Pero los paralelepípedos querían volver a ser paralelepípedos. ¿Cómo volver a paralelepipedarse? Trataron de separarse, de volver a ser paralelepípedos independientes. Pero no se diferenciaron, no sabían qué parte era de cuál paralelepípedo.
Entonces pensaron que si ambos habían sido paralelepípedos por separado, juntos podían formar un gran paralelepipedote. Todo era cuestión de conseguir la forma.
Intentaron moldearse, pero los paralelepípedos no tenían coordinación. No sabían ser paralelepípedos cooperativos, porque siempre habían ejercido la paralelepipedez autónoma. Entonces cuando un paralelepípedo quería moldear al otro, el otro paralelepípedo se resistía y el resultado era especialmente antiparalelepipedal.
Los paralelepípedos hacían fuerza, cada uno por su lado, y por la fuerza se fueron desintegrando sin querer. Eso, sin embargo, solucionó el problema. Pronto, donde antes había una gran masa aspirante a paralelepipedar, aparecieron bien formados muchos paralelepipeditos.