Responsabilidad teórica

Albert Einstein se escudaba en las acciones de los demás. “Yo no hice la bomba, si hubiera sabido que mis investigaciones iban a terminar en esto, no las hubiera realizado”. Pero era tarde. Gracias a su aporte, el mundo tenía bombas nucleares.
Einstein, incluso, había insistido en que se construyeran, porque al existir el conocimiento de la posibilidad, el otro lado seguramente estaba trabajando en lo mismo. Y era preferible que la tuvieran los propios.
De cualquier manera, Einstein lamentaba que hubiera que hacerla. Sabía que era algo devastador como nunca antes. Por eso quiso deslindar su responsabilidad. Él no construía la bomba. Sólo había formulado la posibilidad, y ni siquiera con ese objetivo. Eran los otros los que aplicaban sus teorías para la guerra. Si fuera por él no existirían.
Pero la sociedad no le hizo caso. Lo responsabilizó sin dudar. Nadie podía creer que el célebre físico no hubiera visto las consecuencias de sus investigaciones. Para la gran mayoría, Einstein no estaba en condiciones de hacerse el boludo.