Hoy es mañana

Mañana, hoy, es mañana. Mañana será hoy. Pasado mañana, mañana será ayer. Ayer, ayer era hoy, anteayer era mañana, hoy es ayer y mañana será anteayer. Por otro lado, hoy ayer era mañana y mañana será ayer.
Sin embargo, hace cinco años, hoy era dentro de cinco años, y hace cinco años en esa época era hoy. Pero hace cinco años también ayer era dentro de cinco años, y mañana era, del mismo modo, dentro de cinco años. Sin embargo mañana y ayer no son hoy, aunque el primero lo será y el segundo lo fue.
El presente, que ayer era futuro, más tarde será pasado, pero en ese momento el futuro, que ahora es futuro y luego será pasado, será presente. Del mismo modo, el pasado en épocas remotas era futuro y, más adelante, cuando esas épocas remotas ya eran pasado, el pasado era presente. Y el presente era futuro, pero el futuro también era futuro.
Algunas cosas ocurrían en el pasado y no ocurren más. Otras cosas ocurrirán en el futuro y no ocurrían en el pasado. Sin embargo, las cosas que ocurren en el presente por definición ocurrían en el pasado y seguirán ocurriendo en el futuro.
Debido a estos fenómenos, para evitar confusiones se inventaron los relojes y los calendarios. Desde entonces, la gente puede ubicarse en el tiempo sin tener, cada vez que habla, que pasar horas explicando a qué momento se está refiriendo.