Escribir en sueños

Soñé que se me ocurría una idea: Argentina invadía una ciudad inglesa y como respuesta Inglaterra invadía una ciudad argentina. No sé de dónde salió esa noción, pero en el sueño la idea me gustó. La pensé un poco y decidí que las ciudades debían ser Ipswich y Pergamino. No sé por qué. Entonces me dije que no tenía que perder tiempo y me puse a escribir el cuento. Salió bastante fácil, en un rato lo tenía casi terminado.
En eso me desperté. En realidad no me desperté, sino que soñé que me despertaba. Había estado soñando que soñaba todo eso. Pero como, en el sueño, me había despertado en el medio de un sueño, me acordaba lo que estaba soñando. Entonces me sentí decepcionado por no tener el cuento escrito, pero por lo menos conservaba la idea y me seguía gustando.
Así que me puse a escribirlo. Pero me costó más que en el subsueño. Pensé que tal vez la idea no era tan buena, era de esas ideas que sólo tienen sentido en un sueño. Alguna vez me ha pasado. Pero me parecía que no era el caso, era una idea razonablemente promisoria. Así que decidí perseverar.
Entonces me metí más en la historia. Me metí al punto que empecé a soñarla, no ya como idea abstracta sino como sueño hecho y derecho. Pasé a formar parte de uno de los elementos de la historia. Me encontré en Ipswich negociando con alguien alguna cosa, en representación del gobierno argentino, o algo así, no me acuerdo bien la escena que soñé. Sí me acuerdo que tenía lugar en una escuela, por alguna razón, y creo que la escuela estaba sitiada. No sé, dentro del sueño tenía lógica.
Después desperté de ese sueño y regresé al nivel anterior de sueño, en el que intentaba escribir esa misma historia. Volví a sentir la frustración de haber perdido algo que estaba escrito. Pero por lo menos conservaba la idea y me seguía gustando. Y como, por algún motivo, era consciente de que estaba soñando, me propuse guardar la idea en la cabeza y anotarla cuando me despertara.
Esa noche escribí el cuento.