Visita al dentista

Fui por primera vez a un dentista nuevo. El objetivo era control. Nada especialmente difícil. Prevenir problemas, tomar medidas contra cualquier cosa que pudiera estar pasando en mi boca. Piece of cake.
El doctor me hizo sentar. Me puse cómodo y abrí la boca. Inmediatamente el profesional se sorprendió. “Hace mucho que no veía una boca tan bien cuidada”, me dijo.
Me pregunté si me estaba cargando. Pero el doctor siguió. “Está impecable. Se nota que te cuidás mucho”. Aparentemente mi higiene bucal era excelente. El odontólogo me siguió revisando, para chequear la esperada ausencia de caries. Poco después dio por terminado el examen. “Te felicito”.
Nunca más volví.