Araña pollito

La araña pollito puso un huevo. ¿Qué nacerá de él, una araña o un pollito? La araña pollito mira su huevo. Lo empolla un rato. Después lo abandona otro rato. Repite esta acción varias veces. Finalmente, lo deja dentro de sus ocho patas, y luego alterna entre sentarse y pararse.
Desde afuera, observan con atención un gallo y un araño. ¿Cuál de los dos será el padre de la criatura? Deben esperar a que nazca. Cuando aparezca el nuevo ser se darán cuenta, y será criado como lo que es, para evitar que se crea lo que no. No es recomendable para una araña creerse un pollito. La viceversa tampoco.
De repente, un pollito se acerca, curioso, hacia el huevo. La araña se levanta, intimidante, para intimidarlo. Lo consigue: el pollito se aleja. El huevo está a salvo.
Un granjero ve la escena y se queda, vigilante, a vigilar. Del resultado depende el destino de la araña. Si sale un pollito, la adoptará como araña ponedora. Si sale una araña, ambas serán aplastadas junto al araño.
El huevo se empieza a mover. Algo dentro de él quiere salir. ¿Qué será? Todos miran con gran expectativa. La araña pollito, el gallo, el araño, el granjero, incluso el pollito, desde lejos. Lentamente, el huevo se va partiendo. Empieza a emerger la criatura. Todos prestan atención, todos quieren ser el primero en identificar qué clase de animal está llegando al mundo. Y todos se dan cuenta al mismo tiempo. Es un tiranosaurio. Hay que salir corriendo.