El tenis y el tiempo

Algo extraordinario sucede en cada partido de tenis.
Es sabido que cuando se da un golpe a la pelota, la raqueta no debe detenerse luego del contacto con el esférico. Debe acompañar el movimiento de la pelota hasta que la mano del jugador termine apoyada en su hombro opuesto.
Puede comprobarse que la pelota sale con más potencia si se realiza el movimiento recomendado, mientras que si se hace el que se recomienda evitar la pelota tendrá menos fuerza. Esto sucede incluso cuando la fuerza de la raqueta en el momento del contacto con la pelota es idéntica a la que tendría si el brazo fuera a seguir el movimiento. Por lo tanto, lo que ocurre con la pelota es independiente del contacto que se tenga.
Es lógico, entonces, pensar que la acción del jugador luego del golpe tiene influencia sobre la estructura del espacio-tiempo, y opera directamente sobre el pasado inmediato, corrigiendo la potencia y trayectoria de la pelota. Esto ocurre con una velocidad tal que nadie puede detectarlo con la vista. Sólo mediante la paciente deducción es posible darse cuenta de que se trata de un fenómeno no explicado por la física.