Con gran humildad, acepto el honor que me es conferido. Me cuesta hacerlo, debido a mi gigantesca humildad. Es la humildad más grande que se haya visto. Lo primero en mí es la humildad, porque sin ella, no somos nada. Entonces, teniendo en cuenta tamaña humildad, me veo en la disyuntiva de aceptar este reconocimiento a mi humilde labor. Por un lado quiero aceptarlo, porque siempre es bueno ser reconocido. Pero por otro lado, mi humildad me lo impide. Lo hace por dos razones. Una es que una persona humilde no debe andar buscando elogios. Y la otra es la sensación de que es un reconocimiento insuficiente para lo que es mi humildad.
Sin embargo, ¿qué es más humilde? ¿Aceptar lo que ustedes me ofrecen, y mostrarme como alguien que acepta la limitada humildad que se me adjudica, o rechazarlo por humildad? Si lo rechazara, podría quedar como alguien que no quiere recibir estos honores, pero una persona humilde no deber hacer esas consideraciones. Y, como les he dicho, no se puede ser más humilde que yo. Entonces no me fijo en eso.
En lo que sí me fijo es qué efecto podrán traer mis actos de humildad. Es posible que mi aceptación de una humildad limitada deje muy clara la diferencia entre mi verdadera humildad y la que se me reconoce. De esta manera, mi humildad sería humillante. Generará en ustedes una humildad proporcional, y con esa acción contribuiré a acrecentar la humildad en el mundo.
Es por eso que acepto, con semejante humildad, el honor que ustedes me brindan.
discurso
El debate del consenso
—Es necesario recuperar la confianza del pueblo. En lugar de chicanas políticas, deberíamos trabajar en conjunto para generar las soluciones que no pueden esperar ni un minuto más. Creo que el pueblo nos demanda, sobre todo, eso. Mientras sigamos mirándonos el ombligo y peleándonos por banalidades, el país nunca avanzará.
—Nuestros seguidores saben a quién creerle. Los otros pueden hablar y hablar, pero nosotros somos los únicos en condiciones de arreglar los problemas del país. Por supuesto que solos no podemos. Tenemos que estar todos juntos, sólo así lograremos hacer que el país tenga un futuro mejor.
—La única manera de vivir en democracia es a través del diálogo y el consenso. No puede ser que, porque somos de partidos distintos, nos boicoteemos unos a otros. El pueblo no nos elige para eso, nos elige para que terminemos con todos los flagelos que aquejan a la sociedad. En concreto, hay que terminar con la inseguridad y la inflación, y nosotros tenemos un plan detallado para lograrlo.
—Tenemos que evitar caer en las trampas de la vieja política y empezar a traer soluciones concretas. Pero debemos hacerlo todos juntos, porque un gobierno puede tirar para un lado, pero si no es mediante el consenso no se logrará nada. Continuará el flagelo de la inseguridad y también el de la inflación. Pero confiamos en que nuestro pueblo sabrá elegir bien, y en todo caso respetaremos la decisión soberana del electorado.
—El país necesita un tipo de cambio competitivo para poder estar a la par del mundo. No está bien lo que hemos hecho en el pasado, aislarnos del mundo no nos llevará a la prosperidad. Tenemos que aprovechar la oportunidad histórica que estamos viviendo, y no tirarla por la borda. Hay que estimular al campo y a la industria, para que den trabajo de calidad a todos los ciudadanos.
—Hay que mirar hacia adelante y no repetir los errores del pasado. Si resultamos elegidos, el país volverá a integrarse al mundo y nuestros productos podrán competir con los de otros países gracias a que tendremos un tipo de cambio competitivo. Así, la industria y el campo se verán favorecidos, y el pueblo tendrá trabajo.
—Una de las deudas más grandes con la sociedad es solucionar el problema del transporte. Es necesario crear más líneas de subterráneos y desalentar el tránsito de autos particulares en el centro. Nuestra plataforma incluye la creación de áreas donde los autos particulares no puedan entrar, y medidas para evitar la contaminación de los colectivos.
—Para terminar con el problema del tránsito nuestro plan es el más completo. El objetivo principal es priorizar a los peatones. Para eso necesitamos llevarlos al centro en transporte público, y entonces queremos construir más líneas de subterráneos. Pero también es necesario que la gente deje el auto en su casa, así que vamos a crear áreas en las que no sean permitidos los autos particulares. De esta manera estimularemos al transporte público. Claro que no debemos olvidarnos de que los colectivos generan contaminación, y será necesario controlar periódicamente cada unidad.
—Quiero expresar que confío plenamente en el pueblo de nuestra nación, que el domingo expresará su voluntad inquebrantable. Nuestro partido desde siempre defendió la democracia y las elecciones son sagradas para nuestro sistema republicano. Por eso, en caso de una derrota, sabremos reconocerla y nos convertiremos en una oposición razonable, constructiva, que acompañará al gobierno legítimamente electo en todo lo que haga bien, y señalará los errores que vea en el camino.
—Nuestro pueblo nos conoce, y sabe los antecedentes del partido. Por eso se volcará masivamente hacia nosotros en las urnas, y mostrarán que creen que el cambio es posible. Claro que, si llegamos a perder, aceptaremos la decisión del pueblo, que es el único soberano de la patria, y siempre tiene razón. No nos quedaremos callados ante lo que el gobierno haga mal, pero lo acompañaremos en la creación de consensos para hacer nuestro aporte a la salud de la democracia. Creemos que si al gobierno le va bien, al pueblo le va bien. Por eso nos abocaremos a defender la gobernabilidad a cualquier costo.