Menos es más

Todo el mundo sabe que menos es más. Al mismo tiempo, todos quieren más, entonces demandan menos. Algunos no están seguros, porque la sinonimación de antónimos los confunde. Entonces reclaman “más o menos”.
Uno supondría que, si menos es más, nada debería ser aún más que menos. La escala sería así: más es menos que menos, y menos es menos que nada.
Sin embargo, agregando nada a más y a menos quedan dos frases, “nada más” y “nada menos”. Hay muchos casos de confusión entre ambas, y la salida que la gente encuentra es decir “nada más y nada menos”, a pesar de que ambas frases tienen significados distintos.
Pero no es tan simple. La tercera frase, que se forma con la unión de las dos primeras, tiene un significado adicional. Significa la suma de los significados de ambas, pero también algo más. “Nada más y nada menos” otorga al sujeto un rango de precisión, un espectro donde el receptor puede ubicarse y saber mejor de qué se está hablando.
Entonces, encontramos que al involucrar nada, la cooperación de los tres les permite ser todavía más. O tal vez todavía menos.